Pasta Dental para Dientes Sensibles: Guía Completa

La sensibilidad dental puede ser causada por la exposición de la dentina, la capa interna del diente, debido a factores como el desgaste del esmalte, la retracción de las encías o la presencia de caries. Es importante usar una pasta dental especial para dientes sensibles porque estas contienen ingredientes como el nitrato de potasio o el fluoruro de estaño que ayudan a desensibilizar los nervios dentales y a fortalecer el esmalte, reduciendo así la sensibilidad.

La principal diferencia radica en los ingredientes activos que contienen. Las pastas dentales para dientes sensibles suelen incluir compuestos como el nitrato de potasio, el fluoruro de estaño o el cloruro de estroncio, que actúan formando una capa protectora sobre la dentina expuesta y bloqueando los conductos que comunican con los nervios dentales, reduciendo la sensibilidad. En cambio, las pastas dentales convencionales se centran en la limpieza y protección contra la caries, sin ofrecer un tratamiento específico para la sensibilidad dental.

Para determinar cuál es la mejor pasta dental para dientes sensibles, es importante buscar aquellas que estén formuladas específicamente para tratar la sensibilidad dental y que contengan ingredientes como el nitrato de potasio, el fluoruro de estaño o el cloruro de estroncio. Además, es recomendable consultar con un odontólogo para recibir recomendaciones personalizadas según las necesidades de cada persona.

Los resultados al utilizar una pasta dental para dientes sensibles pueden variar según la persona y la causa de la sensibilidad dental. Sin embargo, en general, se recomienda utilizarla de forma constante durante al menos dos semanas para empezar a notar una disminución en la sensibilidad. Es importante ser constante en su uso para obtener resultados óptimos a largo plazo.

Además de utilizar una pasta dental para dientes sensibles, se pueden seguir otros consejos para reducir la sensibilidad dental, como evitar cepillarse los dientes con fuerza, utilizar un cepillo de cerdas suaves, evitar alimentos ácidos o muy fríos, y mantener una buena higiene bucal que incluya el uso de hilo dental y enjuague bucal. También es importante acudir regularmente al dentista para realizar revisiones y tratamientos preventivos.