10 Platillos de Mariscos para saborear y disfrutar

Consumir platillos de mariscos aporta una gran cantidad de proteínas de alta calidad, ácidos grasos omega-3 beneficiosos para el corazón, vitaminas y minerales esenciales como el hierro, zinc y selenio. Estos nutrientes contribuyen a la salud cardiovascular, la función cerebral, la salud de la piel y el sistema inmunológico.

Para conservar las propiedades nutricionales de los mariscos, es recomendable cocinarlos a la plancha, al vapor o al horno en lugar de freírlos. Además, es importante no excederse en el tiempo de cocción para evitar la pérdida de nutrientes sensibles al calor.

Al comprar mariscos frescos, es fundamental verificar que tengan un olor fresco a mar, que sus conchas estén cerradas o se cierren al tocarlas, y que su carne sea firme y brillante. Asimismo, es importante adquirir los mariscos en establecimientos confiables y respetar las normas de conservación y manipulación para evitar intoxicaciones alimentarias.

Los mariscos, como las gambas, los langostinos, las almejas y los mejillones, son ricos en proteínas magras, minerales y ácidos grasos omega-3, mientras que los pescados, como el salmón, el atún y la caballa, también son fuente de proteínas y omega-3, pero pueden contener niveles más altos de mercurio. Ambos grupos de alimentos son beneficiosos para la salud, pero es importante variar su consumo para obtener una amplia gama de nutrientes.

Incluir platillos de mariscos en la dieta aporta una variedad de nutrientes esenciales que son fundamentales para mantener la salud y prevenir enfermedades. Los mariscos son una excelente fuente de proteínas de alta calidad, ácidos grasos omega-3, vitaminas y minerales, lo que los convierte en un componente valioso para una alimentación equilibrada que promueva el bienestar general y la vitalidad.